Es una excelente cuestión y es mucho más común de lo que nos podemos imaginar. Muchas personas observan a lo largo de su vida que han ido cometiendo el mismo tipo de errores y relacionándose con personas que no les convienen de manera reiterada, esto es lo que en psicoanálisis se llama “compulsión de repetición” y es que ya se sabe que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y tres si es necesario pero ¿Por qué lo hacemos?

No es un tema sencillo de resolver y hay millones de casos diferentes, sin embargo, en esta concepción se hace alusión a los conflictos inconscientes no resueltos, los cuales tienden a repetirse de manera reiterada en nuestro día a día como una manera de poder resolver un pasado conflictivo o doloroso a través de diferentes situaciones del presente, pongamos un ejemplo:

Hace tiempo vino a consulta un varón, se mostraba muy desanimado ya que había tenido dos matrimonios fallidos y no conseguía entender el por qué escogía siempre al mismo tipo de parejas. Sus parejas habían sido personas agresivas y alcohólicas de las cuales el decía haberse enamorado desde el primer minuto. Tras varios años de análisis, fue dándose cuenta de que este hecho estaba relacionado con su historia familiar: él provenía de una familia desestructurada en la que la madre era alcohólica y les golpeaba de manera reiterada sin que el padre hiciera nada por solventar dicha situación. De manera inconsciente, el paciente buscaba a mujeres con las mismas características que su madre y pensaba que el amor que él podía brindarles les haría sanar, sintiéndose poderoso en este rol y teniendo la falsa creencia de ser una persona importante y buena, inconscientemente sería el niño que no pudo ser importante, bueno ni amado por sus padres.

Podemos observar como los conflictos pasados no resueltos se manifiestan en nuestro presente como una manera de intentar resolverse, de igual manera otorgamos ciertos “papeles” a diferentes personas para que sean los actores del conflicto que queremos resolver.

Es importante en este y otros casos acudir a terapia para modificar los patrones que guían este tipo de relaciones y otros aspectos relacionados que llevan a las personas a continuar sufriendo.