La depresión y el tratamiento psicoanalítico
Vamos hablar de la depresión, porque de una u otra manera nos atañe a todos, nos es cercana, ya sea porque lo hemos experimentado en nosotros o lo hemos observado en personas cercanas.
¿QUÉ RASGOS O SINTOMAS CONSCIENTES OBSERVAMOS?
El afecto o sentimiento que más resalta es de una tristeza profunda y continuada, que va acompañada de otras señales como: confusión mental, alteraciones del sueño y del apetito, pérdida de interés sexual, pensamientos pesimistas, disminución de la energía, sentimientos de culpabilidad y de inutilidad, dificultad de concentración, etc.
PERO NO SOLO OCURRE ESTÁS MANIFESTACIONES QUE NOS SALTAN A LA VISTA, SI NOS DETENEMOS A VERLOS MÁS, VEMOS QUE NOS OCURRE ALGO DISTINTO EN NUESTRA DINÁMICA PSÍQUICA, EN ESA PARTE INCONSCIENTE DE LA PERSONALIDAD. Empezamos a sentirnos no valorados o reconocido por los demás, en nuestras relaciones con los otros nos volvemos como dependientes y enormemente necesitados de la aprobación del otro. Todas estas sensaciones y sentimientos subjetivos, hacen que baje peligrosamente nuestra autoestima. De repente sin darnos cuenta, nos hemos vuelto personas muy sumisas, con grandes temores a ser abandonados y ésta misma actitud, hace que empecemos a relacionarnos con nosotros mismos de manera destructiva, agrediéndonos constantemente con todo tipo de pensamientos negativos, incluso de querer la muerte y en la relación con el otro perdemos interés de contacto, aislándonos hasta del amigo más cercano. Es una actitud paradójica porque, por un lado hacemos todo lo posible para no relacionarnos aislándonos por temor a que nos dejen y por otro lado tememos sentirnos solos.
Otra manifestación común, es que las personas con depresiones regresiona a la infancia, que quiero decir con esto?, es que vuelven con frecuencia a situaciones infantiles. Los conflictos y frustraciones que no han sido superados y resueltos en su momento y han quedado como grandes heridas, como una huella indeleble en nuestro inconsciente, (un ejemplo de una herida infantil serían todas experiencias vividas como abandono y soledad, el nacimiento de un hermano, la separación o disputas de los padres, los sentimientos de culpa, etc.); Estas huellas registradas en nuestra mente que permanecían como olvidadas, luego aparecen cuando atravesamos situaciones adversas como por ejemplo una pérdida laboral, un fracaso amoroso, situaciones de cambio, pérdida de un ser querido, etc, hacen como un clic entre el pasado y el presente, es decir, éstas heridas retornan en nuestra vida adulta. Esta dinámica interna que nos pasa, nos muestra que los conflictos vienen de la propia infancia, y que la depresión del adulto no es más que la repetición de la depresión infantil que no se resolvió en aquel entonces y que generalmente no son reconocidas como tales. Es por esto que las heridas infantiles predisponen a crear ulteriores depresiones en el adulto.
Otra manifestación común del deprimido es, que tiene la sensación de que el mundo está vacío, de que él también está vacío y sin embargo el cuerpo le pesa y por eso a veces come en exceso o compra cosas compulsivamente para llenar este hueco, consiguiendo tan sólo un alivio momentáneo. Está disconforme con el mundo que le rodea, por lo que tiene dificultades para manejar sus diferencias y desacuerdos, volviéndose muchas veces hostil y agresivo porque el mundo no es como él quisiera, siente como dos fuerzas que se mezclan y disputan constantemente, la sumisión y la rebeldía y no puede con ella. Se queja constantemente de su suerte, pudiendo llegar a agobiar y a dominar a todos los que le rodean y para conseguirlo a veces actúa con arrogancia y puede convertirse en un tirano generando incluso una gran dependencia de los hijos para no sentirse solo.
HE DESCRITO ALGUNAS MANIFESTACIONES QUE SE OBSERVAN EN EL PACIENTE DEL QUE SUFRE DEPRESIÓN PARA ENTENDER DE DONDE PARTIMOS LOS PSICOANALISTAS Y TERAPEUTAS PSICOANALÍTICOS COMO DAMOS EL TRATAMIENTO.
UNA DE LAS DEFINICIONES PSICOANÁLITICAS DE LA DEPRESIÓN ES:
Que la depresión es una enfermedad “Como el duelo por pérdida libidinal (energía de vida) o de objeto, produciendo una inhibición psíquica y dolor” ( Dr Carlos M. Aslan). Que entendemos cuando decimos pérdida libidinal o de objeto? Un objeto puede ser un intenso deseo inalcanzable, por ejemplo un deseo de apego, de seguridad, de bienestar, de un objeto querido intensamente, o un deseo de satisfacer exageradamente el amor a sí mismo (narcisismo) expresado en la sensación de omnipotencia, éste deseo, impulso o pulsión libidinal hacia lo que llamamos objeto va emerger en la conducta dependiendo de cómo está constituida la personalidad de cada uno.
Algo más para seguir entendiendo la dinámica de la depresión. La pérdida del objeto que generará la depresión, puede ser tanto real como ideal. Que complicado es nuestro psiquismo verdad?, pero también es fascinante y podemos entenderlo, veamos, para todos nos es más fácil comprender a la depresión causada por una pérdida real por ejemplo la muerte de un ser querido. Pero ¿cómo es la perdida ideal? Explicaré con un ejemplo, una persona ama del marido que le dejó unas características que posee, supongamos su espíritu de lucha, y ésta característica nosotros no lo tenemos, por tanto nos falta, es decir nuestro yo no tiene ese espíritu de lucha, y al no tenerla se convierte en nuestro ideal a alcanzar, entonces estamos hablando del Ideal del Yo. Pero al perder al marido, el ideal se vuelve inalcanzable para el sujeto, porque no cuenta con estas características en su Yo y es ahí donde la depresión toma el poder y las fuerzas. Resumiendo estamos comprendiendo que la característica de esta patología depresiva, deriva de la pérdida de un deseo generándonos una sensación de indefensión que nos inunda, incluso provocando algún tipo de retardo motor.
Por estas razones los psicoanalistas y los Psicoterapeutas Psicoanalíticos, buscamos las causan de la depresión no solo en factores externos de la conducta, sino en lo interno, en el inconsciente, es decir, en la estructura misma de la personalidad. Por ejemplo un síntoma consciente que vemos es el sentir una desgana por y para todo, una excesiva tristeza, o un aumento de los auto reproches, sin embargo vemos que hay además otra realidad psíquica inconsciente que es muy distinta al consciente, en ésta realidad psíquica inconsciente, hay un intento de agresión, que en apariencia es a uno mismo, pero sólo es en apariencia, sería algo así como me mato para matar al otro que me dejó y bajo esa posición uno es capaz de quitarse la vida.
¿QUÉ TRATAMIENTO SE DA PARA LA DEPRESIÓN?
Esta enfermedad tiene tratamiento con psicoterapia y con fármacos en casos de gravedad de la enfermedad. Restringir a una sola forma de tratamiento es para mí entender, una agresión para el ser humano. El psicoanálisis nos enseña a sumar, y por este modo de pensar, nos es posible, que psicoanálisis y medicina trabajemos conjuntamente y no enfrentados. Sin embargo hay que tener claro que AMBAS CIENCIAS NO TENEMOS EL MISMO OBJETO DE ESTUDIO. EL ÚNICO QUE PUEDE RECETAR ES EL PSIQUIATRA NO EL PSICÓLOGO.
LA PSIQUIATRIA es una disciplina médica que permite conocer al ser humano y trabaja entre otros aspectos BIOQUIMICOS DE LA MENTE y los síntomas que produce. Mientras que LA PSICOTERAPIA PSICOANALÍTICA y PSICOANÁLISIS es un tratamiento psicológico especializado, una opción viable y efectiva porque en la producción y mantenimiento de esta enfermedad están en juego los procesos inconscientes.
¿QUÉ HACE UN PSICOANALISTA CUANDO OFRECE EL TRATAMIENTO?
El Psicoanalista o el Terapeuta Psicoanalítico, utiliza como método de cura el psicoanálisis, que consiste en la investigación del inconsciente. Este método, descubierto por Freud, se basa en la asociación libre, que consiste en que el paciente diga todo lo que se le ocurra, todo lo que le pase por la cabeza aún cuando parezca sin importancia o desagradable, que pueda hablar de cosas presentes, pasadas, sueños, fantasías, anécdotas. etc. Todo lo que el paciente diga es importante para el psicoanalista, que mantiene una escucha del inconsciente, es decir una atención libre y flotante, y cuando lo cree conveniente o al final de la sesión, el psicoanalista interpreta, es decir, le comunica al paciente lo que es desconocido para él pero que él mismo ha transmitido en forma de lapsus, sueños, fantasías, etc. Es decir: su inconsciente. Con ello, el paciente, se libera del peso que lo frustra. El paciente al traer a la conciencia lo reprimido, y al revivir con su psicoanalista las emociones traumáticas de la infancia, que están enmascarados y permanece olvidado en el inconsciente, descubre su realidad psíquica, y empieza a ser consciente de esos procesos y pensamientos inconscientes que les comandan, produciéndole trastornos psicológicos o emocionales que se manifiestan en forma de: fobias, histerias, obsesiones, depresiones, angustia, etc. Una vez que es consciente puede manejar su depresión.
Dicho de otra manera el Psicoanalista y el terapeuta psicoanalítico con su técnica, y en la relación basado en la transferencia, ayuda al paciente a averiguar las causas profundas y estructurales de su depresión, a saber qué problemas emocionales, carencia y frustraciones provocan este estado. Y lo hace a través del habla.
Ahora ya podemos respondernos a esa pregunta que muchas veces nos hacemos ¿Por qué hay que recordar lo reprimido si es desagradable o doloroso?, ¿no sería mejor seguir olvidándolo para no sufrir? Cuando un suceso penoso o desagradable de la infancia cae en el inconsciente, es decir, en el olvido, queda retenido por la censura, como encerrado en un sótano, sin perder su fuerza e insiste en salir al consciente manifestándose en forma de síntomas, físicos, psíquicos o con comportamientos anómalos, que se repiten constantemente en uno mismo o en los propios hijos formándose una cadena.
La finalidad del psicoanálisis consiste en la recuperación de las facultades de obrar y gozar de la existencia.
La depresión es una patología peligrosa, de no recibir tratamiento puede llevar a los bordes de la muerte o a la muerte misma. La depresión tratada con psicoanálisis, terapeutas psicoanalíticos y medicina psiquiatría se cura, pero hay que realizar ese trabajo que nos lleva a la cura.
¡No esperes a sentirte especialmente mal, para pedir ayuda profesional de un psicoanalista, la prevención nos ahorra un sufrimiento mayor!.
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